Regla de san Benito

«Hubo un hombre de vida venerable, bendito por gracia y por nombre Benito»

Así comienza san Gregorio Magno el Libro Segundo de los Diálogos en el que narra la vida y los milagros de san Benito, patriarca de los monjes de occidente.

La vida de san Benito transcurrió entre los siglos V y VI (480-547) y, a pesar de la distancia en el tiempo, nos ha dejado un texto lleno de sabiduría, la Santa Regla, que sintetiza todo su espíritu de hombre de fe, hombre de Dios, de discípulo de Jesús, de servidor del Evangelio. Es un texto que todavía habla al hombre de hoy.

Nos enseña, no solo cómo debemos trabajarnos para llegar a la madurez humana y espiritual, a la alegría interior, sino también cómo debemos orar a Dios, cómo hemos de convivir con los demás, cómo debemos utilizar las cosas materiales e, incluso, con qué criterios debemos gestionar la economía. Y esta enseñanza vale tanto para quienes hemos querido seguir su estilo de vida en el monasterio, como para muchos laicos que, adaptada a su condición, quieren vivir también sus aspectos más esenciales. Con su intercesión y con las palabras de su código de vida, san Benito sigue siendo hoy padre, patrón y protector de Europa, una Europa sumida en una profunda crisis general.

Benito escribió la Regla en la que destaca su discreción y la claridad en su lenguaje, sin duda fruto maduro de su conocimiento de la tradición monástica, de su reflexión, de su experiencia, de su santidad. Este hombre de Dios se atrevió a creer en lo bueno que hay en el ser humano y a dirigir a sus monjes, no con severidad desconfiada, sino con la confianza, la bondad y el amor de un padre para con sus hijos. Es enormemente moderado, no pretende exigir a nadie en exceso. Conoce las flaquezas humanas y sabe de las debilidades de sus hermanos porque reconoce las suyas y por eso es capaz de alentar, perdonar, sanar a sus hermanos.

La redacción de la Regla fue el fruto de su estrecha relación con la vida cotidiana de los hermanos: equilibrio, prudencia, moderación, discreción, delicadeza. Lo que más la diferencia de las anteriores Reglas es su carácter profundamente humano, precisamente porque conocía perfectamente la naturaleza humana.

Benito permanece hoy vivo a través de su Regla la cual sigue guiando la vida de los monjes y monjas de todo el mundo.


Regla de San Benito (español)

Riegla de san Benitu (asturianu)

Regla de sant Benet (català)


A regra de san Bieito (galego)

Benito santua bizitza eta erregela (euskera)

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